GRAN BASÍLICA PARROQUIAL SAN MARCOS
I INTRODUCCIÓN
Mientras algunos escritores se esmeran por desplazar la fecha de Fundación de la Villa San Marcos haciendo una declaración rimbombante sobre la falsedad de un Acta, se olvidan de la historia y los hechos que ocurrieron desde la llegada de los españoles por nuestro territorio. Así como otros escritores se han preocupado en orientar sus narrativas a las conquistas o fundaciones donde hoy las ciudades significaron hitos importantes en el período de conquista del Nuevo Mundo.
Recordamos a la Villa San Marcos; la cual hoy no existe. Pero sabemos de ella gracias a los testimonios de viajeros y de clérigos que escribieron narrativas según sus órdenes religiosas.
Fueron muchos los eclesiásticos que vinieron al Nuevo Mundo, ellos aportaron mucho en la historia y creo firmemente que tienen mucho que decir con nuestra Villa. Solo recordar que el Adelantado Diego de Almagro cuando vino a Chile en su fallida expedición, venían con él 6 eclesiásticos. Entre ellos dos mercedarios, un arcediano, un sochantre, un presbítero y un bachiller.
La historia de la Villa San Marcos está ligada también a los eclesiásticos que vinieron con los conquistadores, tanto como las ordenes religiosas como a los benefactores que habitaron esta Villa.
II IGLESIA PARROQUIAL
Dejando el tema fundacional para un futuro análisis, la Villa San Marcos era un lugar muy conocido, pero no estaba considerado como primordial en cuanto a transformarlo en un polo de desarrollo, ni en los planes de expansión. Era un oasis para toda intención o necesidad de transporte, comercio o cualquier actividad a desarrollar. Los valles, grandes proveedores de alimentos y una costa proveedora de una abundancia de peces. Siendo el puerto un activo de conectividad en el Pacífico.
Se estima que para 1557 la existencia del Hospital San Antonio de Padua y que era sostenido por los vecinos. En 1587 se establecen en la ciudad las Cajas Reales, siendo corregidor don Francisco Arias de Herrera. Comienza a surgir la necesidad de contar con una iglesia. Para el año 1594 se registra el Convento de la Merced y se estima que para 1600 la Villa ya cuenta con su Iglesia Parroquial.
Un testigo ocular fue el cronista indígena Guamán Poma de Ayala, quién por el año 1600 plasmó en un dibujo la Villa de San Marcos. En el dibujo se observa una lluvia de cenizas debido a la erupción del volcán Huaynaputin en el año 1600.
La villa de Arica, Guaman Poma, 1600. Primera traza urbana en sector Las Chimbas |
La posición de la Iglesia Parroquial al interior de la Villa es posible de visualizarla tomando un fragmento ampliado:
Fragmento con la Iglesia Parroquial y Plaza Mayor |
En el centro de la imagen ampliada se puede apreciar la Iglesia Parroquial y la Plaza Mayor. Hay una procesión en donde una persona
carga una cruz y las demás denotan arrepentimiento siguiéndoles, debido a la erupción del volcán que cubrió la villa durante un año.
Todo lo que pudiese parecer una pujante ciudad acabó el 24 de Noviembre de 1604. Un violento terremoto con
salida de mar estimado en una magnitud entre 8,5 y 9,0 en la
escala de Richter, arruinó por completo la traza urbana; perdiéndose totalmente la iglesia parroquial.
En 1605 se reconstruye la ciudad en un nuevo emplazamiento a un costado del Morro. Para el año de 1607 se construye la Iglesia Mayor, presumiblemente en el mismo lugar del presente día. Fue muy corto el tiempo de existencia ya que el 16 de Septiembre de 1615, otro terremoto impactó a la ciudad con una magnitud aproximada de 8,8 en la escala de Richter. No ocasionó víctimas, pero derrocó por completo a la Iglesia Mayor.
III BASILICA DE ARICA
La Basílica de San Marcos de Arica fue construida en 1640 por el benefactor de nacionalidad portuguesa, Don Baltazar Farfallares, quién era un descendiente de cuya familia se enriqueció por las minas de Guantajaya.
El motivo que tuvo para efectuar esta loable construcción a la ciudad, es debido a que este señor poseía 5 fragatas y comerciaba en ellas. Padece una terrible tormenta y realiza una promesa divina a Dios; edificarle un Templo en el primer puerto que arribase. Y ese puerto fue el de Arica. Hizo traer desde Lima los materiales de cal y ladrillo y todo el maderaje desde Guayaquil.
El arcediano Echeverría describe así a la Iglesia Matriz: "Tenía de largo 63 varas 3/4 y de latitud 36, con dos naves colaterales. Incluía ocho Capillas con siete Sacristías, cerradas todas con alfajías y correspondiente tablazón. Se veneran en la primera Capilla la Imagen de Nuestra Señora del Rosario
con una Cofradía de muchas gracias, con todo el adorno peculiar, sin
necesidad de las otras. La segunda es dedicada al S. San José, cuya
imagen dió D. Manuel Rodríguez el año de 1663 y se trajo de su Hermita
junto al río que llaman de San José. Tiene también su cofradía, a la que
el Sr. Clemente IX a 18 de Agosto de 1668 concedió varias gracias a
pedimento de Doña Evarista Cascante, natural de esta Ciudad y que pasó a
los Reynos de España. Su fiesta se celebra con grandeza con tres días
continuos con el Venerable manifiesto. La Tercera es dedicada a las
Agonías del Salvador: a la que sigue el Bautisterio. En otra acera está
la Capilla de Animas, la de Copacabana, la de Santa Rosa y la de la
Concepción, cuya Cofradía es la más antigua y más bien dotada."
Basílica de Arica. Fotografía de Rodrigo y Co, 1865, Colección del Autor |
IV PATRIMONIO PERDIDO
El 13 de agosto de 1868, la ciudad fue azotada por un terremoto y
posterior tsunami devastador, que está en los anales de la historia
sísmica del Pacífico Sur, tuvo una magnitud en Escala Richter de 9.0. La
gran basílica de la ciudad, el orgullo arquitectónico del siglo XVII,
se derrumbó irremediablemente y junto con ella también el patrimonio
colonial de la ciudad y su entorno.
Fragmento de fotografía de George Fowler Hastings, 1868. Colección del autor |
La Iglesia Matriz destruida por el terremoto de 1868, Fotografía de Ricardo Villaalba, colección del autor
|
Arica y la Iglesia Matriz después del terremoto de 1868, Fotografía de Ricardo Villaalba, colección del autor
|
V HUELLAS DE LA BASILICA
Con estas sorprendentes narraciones del arcediano Echeverría, acompañado de tan memorables imágenes de Villaalba de lo ocurrido para el terremoto con salida de mar del año 1868, podemos mantener vivo el recuerdo de lo que fue el Arica Colonial.
Pero no todo es recuerdo, aún poseemos unas huellas que nos acompaña al presente día. Existen dos vestigios que debemos guardarlo en nuestra historia y mostrarlo a las futuras generaciones.
El primer vestigio tiene relación con las campanas de la Basílica, son dos y su descripción es la siguiente:
+ La primera dice: DE BOSI-ONDE DONA U CORNEJO Y XBAL P. DE SILVA AÑO DE 1671
Chile Arica, Campana de Iglesia, Max Uhle, 1916-1919 |
+ La segunda dice: MARTIN DE AREVALO ME FACIT AÑO DE 1729 La mandó hacer DON PEDRO BELARDE
Campana Belarde |
El segundo vestigio se relaciona con las gradas de la Basílica.
Con ocasión del terremoto con salida de mar del año 1868, la Iglesia Matriz quedó destruída. En 1876 se construye la nueva iglesia en el mismo lugar y en parte sobre los restos de la basílica destruida, aprovechándose parte de las fundaciones y la escalinata de piedra.
Gradas Iglesia Matriz |
Descubrimiento de Chile y compañeros de Almagro, Armando de Ramón, 1953
Arica y Parinacota: La Iglesia en la Ruta de La Plata, Rodrigo Moreno Jeria y Magdalena Pereira Campos, 2011
Memoria de la Santa Iglesia de Arequipa, Francisco Xavier Echeverría y Morales, 1804
Nueva Crónica i Buen Gobierno, Guamán Poma de Ayala, 1615
El Corregimiento de Arica, Vicente Dagnino, 1909
Historia de la Fundación de la Ciudad de San Marcos de Arica, Cuneo Vidal, 1977
Gracias Eduardo. Leo tus páginas con mucho interés y aprecio. Un cordial saludo
ResponderEliminar